El reto de está piscina era integrarla en un patio relativamente pequeño y desnivelado, y realizarla de forma que pareciera que siempre estuvo ahí. Una piscina para una casa de campo, pero con un toque “mexicano” como quería el cliente. Se optó por hacerla pegada la tapia de separación, crear un murete para separar de la medianera, elegir un barro manual y acabarla enfoscada.
Otro reto fue realizarla tangente a una cueva que tiene la vivienda, y aprovechar ese hecho para hace una ventana de vidrio que diera luz natural a la cueva.